Los huevos son indispensables en la cocina, se emplean en una gran parte de platos y hay muchas formas de prepararlos y requieren de ciertas precauciones a la hora de su elección, conservación y manipulación.
Los huevos son indispensables en la cocina, se emplean en una gran parte de platos y hay muchas formas de prepararlos y requieren de ciertas precauciones a la hora de su elección, conservación y manipulación.
Las legumbres (judías, lentejas y garbanzos) forman parte esencial en la dieta mediterránea, aportan hidratos de carbono (60%), fibra, proteínas, minerales y vitaminas (B) y apenas tienen grasas (entre el 2% y 5% de su composición) en su mayoría insaturadas (a excepción de la soja que tiene casi el 25% de lípidos).
Hacer un pan casero sabroso, muy nutritivo, saludable y de mayor calidad que el comprado en la panadería es fácil y muy recomendable. Solo se necesitan los ingredientes, las manos, un horno y una técnica sencilla.
Los aderezos y aliños a base de hierbas, especias y condimentos son muy apreciados en la cocina porque aportan sabor, aroma y colorido a los platos. Aunque también tienen efectos beneficiosos para la salud por sus propiedades terapéuticas, antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
Las hortalizas y las verduras facilitan una dieta baja en calorías, pero rica en vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos (sustancias antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas). Estas características las hace idóneas para mantener el peso, combatir la obesidad y ayudar al organismo a prevenir y defenderse de enfermedades.
Los cereales y sus derivados, las patatas y el azúcar son elementos energéticos, su nutriente principal son hidratos de carbono o carbohidratos que se transforman en glucosa (de ahí que se denominen glúcidos) y, una vez cubiertas las necesidades de glucosa del organismo, se transforman en grasa que se acumula en el tejido adiposo como reserva energética a largo plazo.
Las frutas frescas son muy nutritivas y tienen propiedades terapéuticas. El consumo diario de tres a cuatro piezas de fruta aporta la mayor parte de las necesidades de nutrientes reguladores del organismo, vitaminas y minerales, y tienen principios activos con efectos terapéuticos (antioxidantes, antiinflamatorios, antimicrobianos e inmunes).
Los alimentos proporcionan los nutrientes que el organismo necesita para su buen funcionamiento y que el cuerpo extrae mediante procesos fisiológicos denominados nutrición. Por eso a través de los hábitos alimentarios se puede mejorar el estado nutricional del organismo, mantener el cuerpo saludable y tener mayor calidad de vida.
El aceite de oliva es una alimento exquisito para consumo directo y una fuente inagotable de beneficios para la salud. Se le atribuyen propiedades antioxidantes, de antienvejecimiento y anticancerígenas, contribuye al aumento de colesterol "bueno" y a la prevención y reducción de las enfermedades cardiovasculares, entre otras.